La maternidad es un trabajo exigente que debería estar remunerado en todos los países del mundo, porque además está plagado de culpabilidades sociales que hace que una madre trabajadora (o no trabajadora) tenga que alinear sus necesidades con las de sus hijos, pasando muchas veces a atender únicamente las necesidades de sus hijos.
Estoy segura que si eres mamá habrán pasado semanas enteras sin que hayas podido tener un ratito para ti, o para salir e incluso ni siquiera hayas podido dar un paseo para que te cambie el aire… no te preocupes, es algo más normal de lo que te imaginas. Pero eso consume, desgasta y hace que nos pongamos de mal humor, porque todos necesitamos nuestro tiempo.
Todas las mamás ( y cada vez más también los papás) cuando salen de casa y se sienten mejor porque pueden disfrutar de su tiempo libre y su espacio personal, al llegar a casa aunque sea tarde y haya sido un duro día de trabajo, la energía se renueva. Esa energía que hará que todo vaya mejor, que hayan más sonrisas y menos gritos… porque estaremos emocionalmente mejor.
En cambio, si vamos de la casa al trabajo y del trabajo a casa, de casa a las actividades extraescolares de los niños, a recoger la ropa, barrer, hacer las cosas de casa, acabar faena del trabajo y así día tras día, el desgaste tanto físico como mental puede ser un problema para todos, no sólo para la mamá o el papá que no tiene tiempo.
Por eso los padres de familia deben de pensar que sus hijos son lo primero, su educación, sus necesidades y todo lo que los hijos necesiten está en la primera lista de quehaceres diarios. Pero al mismo tiempo, tienen que ser lo suficientemente flexibles como para conseguir tiempo en pareja y tiempo para el espacio personal.
De esta manera la pareja estará cuidada y las emociones también, algo que hará que tanto mamá como papá se sientan bien, estés más tranquilos y relajados y puedan atender mejor a sus hijos a la casa. Si esto no se hace así, se puede sentir que lo que uno mismo quiere o necesita no importa lo suficiente y los sentimientos de frustración y tristeza estarán a la vuelta de la esquina acechándote.
Nuestra sociedad no entiende que la maternidad/paternidad absorbe mucho y desgasta, pero como al mismo tiempo es lo más bonito que la vida nos puede regalar, seguimos felices. Pero para ser felices del todo, hay que encontrar tiempo para uno mismo… y esto no es ser egoísta, es ser inteligente por una vida mejor.
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Hola mestra Mariajoser, su artículo me ha parecido muy interesante. Yo soy papadre y esposo, lo que escribe me ayudara a mejorar el estado de animo de mi pareja.