En la mayoría de ocasiones somos los padres y las madres (o ambos) los que solemos complicar las cosas tras una inocente (e incómoda para nosotros) pregunta de nuestros y nuestras peques.
¿De dónde salen los niños? ¿Cómo entré en tu barriga? Son preguntas que seguro nos hacen poner a los padres/madres una mueca digna de ser grabada con una cámara de vídeo para la posteridad…y que debemos intentar resolver de la forma más sencilla posible.
Preguntas de niños y su curiosidad por saber
Si desde el principio de la curiosidad de los y las peques, somos honestos y sinceros con nuestras respuestas, conseguiremos tratar algunos temas delicados de forma natural y salir airosos.
De otra forma, si inventamos historias como la de la semilla y la flor o la de la cigüeña, lo que hacemos es alargar el momento en el que definitivamente estemos dispuestos a contarles la verdad, la realidad, que no tiene porqué tener nada de negativo si no la vestimos de esa forma.
Para muchos y muchas de mi generación, que todavía fuimos criados con esa cultura que tapaba temas relacionados con el sexo, a veces es difícil ser sinceros del todo y puede que necesitemos hacer una pausa antes de responder…siempre puedes usar la técnica de disco rallado para darte tiempo a pensar bien la respuesta.
Pero la pregunta siempre llega… y si no damos respuestas excelentes nuestros/as peques se confunden porque van cogiendo comentarios de aquí y de allí para formar la realidad que desean conocer.
Ante la pregunta de ¿De dónde vienen los niños? Ricky Martín le explicó a su hijo de 6 años que una mujer le había prestado el vientre ayudando a que él naciera y que él estaba en su corazón antes y después de nacer.
Aunque esta guía simple trate sobre la menstruación puede que en algunos aspectos os ayude también con vuestros/as peques, sobretodo en aspectos como en el de los cambios emocionales o físicos en el cuerpo.
¿Os han hecho ya vuestros/as peques la pregunta del millón?