Uy, este bebé se ha acostumbrado a los brazos.
Como empiece así, no te va a dejar ni a sol ni a sombra.
No le cojas, déjale llorar, que si no se acostumbra.
¿Te suenan de algo estas frases? Sin duda, uno de los grandes clásicos en materia de bebés. El extraño suceso del bebé que se (mal)acostumbró a los brazos… 
Pero, ¿qué hay de verdad en todo eso?
¿Se acostumbran a los brazos los bebés?
Yo diría que no… Es más, me inclino a favor de otra tesis, compartida por mí y seguro que por muchas otras madres: los bebés ya nacen acostumbrados a los brazos.
Porque han estado cuarenta semanas dentro del vientre de su madre, durmiendo cuando ella se movía, sintiéndose calentitos abrazados por su interior. Y al llegar a este mundo, se encuentran con un lugar lleno de estímulos en el que solo necesitan una cosa: sentirse protegidos al lado de mamá o papá. ¿Hay algún lugar mejor para ello? Yo diría que no…
Por eso muchos lloran cuando se les deja en una cuna. Porque lo único que quieren es que no se les prive de ese contacto físico tan necesario para ellos durante sus primeros años de vida.
O protestan cuando van en el cochecito por la calle (en pocas ocasiones, diría yo. El meneo del carro les hace dormir como angelitos) y hemos de sacarles y llevarles en brazos. ¡Solo reclaman un poquito más de afecto!
Así que si quieres coger a tu hijo porque llora, o dormir con él porque es la única forma de que toda la familia descanse, hazlo sin miedo. No se va a acostumbrar porque ya lo está. Aprovecha el momento. Porque el tiempo pasa muy rápido y llegará un día en el que no te necesite.
¿Tú qué crees, que los bebés se acostumbran a los brazos o que nacen acostumbrados?
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