Desde muy chiquitines, les damos una hoja y una pintura a los niños y les pedimos que se entretengan dibujando. A menudo, hacen líneas o borrajatos y les decimos ¡ala que bonito! Y la siguiente pregunta suele ser, ¿qué es?. Pero lo más curioso suelen ser las respuestas de los peques cuando dicen, ¡es un sol! O, ¡es una casa!… Y nosotros por más que lo miramos sólo vemos líneas o círculos.
El dibujo es la forma que tienen los niños de imitar la realidad, para ellos además de ser una actividad placentera, y su primera producción material, a través de él expresan su comprensión del mundo, de las relaciones con otros, sus intereses… Se han hecho multitud de estudios, y trabajos para analizar el dibujo de los niños.
Luquet (1876-1965) describió las etapas del dibujo:
Etapa del garabateo: hasta los dos años de edad
aproximadamente. En esta etapa, el niño al dibujar no tiene intención expresiva, por eso no se trata de dibujo propiamente dicho, sino que se trata más de un juego motor, ya que lo que hace son rayas, líneas discontinuas… La característica de estos garabatos
es que suelen ir desde el centro del papel hasta la periferia. Y al principio suelen reproducir los movimientos de la mano, es decir, en zig-zag,movimientos circulares…
Etapa del Realismo fortuito: aproximadamente a los dos años. Esta etapa aparece como continuación de la actividad motora, pero es aquí cuando el pequeño le da significado a sus dibujos, una vez lo ha hecho. Tampoco lo hacen con intención expresiva, pero una vez
lo ve le da significado. Es aquí cuando les preguntamos por lo que han dibujado y al principio nos pueden decir “nada”, pero luego suelen decir “una casa”, “un árbol” o “un sol”. Además, suelen dibujar hasta el ruido de las cosas….
Etapa del Realismo frustrado o fallido: de los tres a los seis- siete añitos aproximadamente. En esta etapa aparecen los cabezudos o renacuajos, si os fijáis en los dibujos de vuestros hijos, veréis que cuando os dibujan, o dibujan a cualquier persona, siempre hacen el mismo tipo de muñecos, “una cabeza grande y de ella salen líneas que representan las extremidades”. Esa es una de las características fundamentales de esta etapa, pero también lo es la incapacidad sintética de los niños a la hora de dibujar. Luquet con esta característica, se refiere a las imperfecciones del dibujo, es decir, a las desproporciones (por ejemplo dibujan un hombre y una casa y el hombre es enorme, mientras que la casa es muy pequeña, o los árboles más grandes que la casa), al desorden (por ejemplo a veces la boca aparece encima de la nariz), o dibujan cosas que deberían ir juntas pero lo hacen separado (dibujan un jinete y un caballo, y el jinete esta como volando o como de pies en el caballo).
