Podemos influir en la conducta de nuestros hijos pero, ¿cómo?

Premios y Castigos

¿Qué es el Refuerzo Positivo?

Como hemos comentado en otros comentarios, cada vez que nuestros hijos realizan un comportamiento, ocurre una consecuencia:

- Por ejemplo, si te ayuda a poner la mesa, probablemente le elogiaras por ello “qué bien, Juanito, gracias por ayudarme”

Siempre que una conducta va seguida de consecuencias agradables para quien las ejecuta, aumenta la probabilidad de que vuelva a repetirse en el futuro. A esto se le llama refuerzo positivo. Elogiar, alabar es un refuerzo positivo, “qué bien, estupendo”, “lo has hecho genial”, “gracias mi niño”, “te quiero hijo”.

Tipos de refuerzos positivos:


- Materiales(darle dinero, dulces,

comprarle algo…)
atención, elogiar, dar un beso…)- Sociales(obtener alabanzas,- Actividades (ir de excursión, ir al parque…)

 

Hay que tener en cuenta que tanto los reforzadores materiales como los de actividad, suelen ser más potentes que los sociales porque tienen más capacidad de refuerzo. Por ello, será necesario emplearlos en los primeros momentos del aprendizaje de un determinado comportamiento.

Aunque también deberemos acompañarlos siempre de refuerzo social, con el fin de que con el paso del tiempo se pueda ir retirando el refuerzo tangible y sea el reforzador social el que mantenga la conducta.

Por ejemplo: cuando nuestro hijo recoja su habitación, le podemos premiar dejándole elegir un postre y a la vez le decimos: “muy bien, estoy muy contenta porque has recogido tu solito tu juguete, por eso te dejo que elijas el postre que quieras para cenar”. Es de esperar que después de un tiempo, el reforzador social “estoy muy contenta”, sea suficiente para que la conducta de recoger la habitación no se extinga.

Siempre que se use un reforzador material o de actividad, debe acompañarse de un reforzador social.

 

Recuerda:

- Refuerza cada vez que aparezca la conducta. ¡No dejes nunca de alabar o elogiar lo que hacen bien tus hijos!

- Los refuerzos deben darse inmediatamente después de la conducta. No hacer promesas a largo plazo.

Ejemplo: No vale decir: “si estudias durante todo el curso, te compraré una bicicleta”. “O si eres bueno toda la semana te compro los cromos que te gustan”. Porque como ya sabéis para ellos lo efectivo es lo inmediato.

- Los refuerzos deben ser cosas que verdaderamente les gusten e interesen (tener en cuenta qué es lo que le gusta al niño, no lo que nos conviene a nosotros).

- El niño deberá conseguir el refuerzo si hace la conducta que nosotros queremos que hagan, no por otras. Y si les prometemos x refuerzo deberemos cumplirlo, porque si no, no funcionará.

-Muy importante que no sean siempre los mismos premios, porque si no se aburren (chicles, alabanzas, cromos, bolis para coleccionar, pegatinas, chapas, cochecitos, pokemon, gormitis, gomas del pelo, pinzas, abrazos, ir al burguer, al cine, al parque, al parque de bolas, al zoo, hacer pizza, elegir postre, ver una peli de dibujos…).

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Psicóloga
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