Algunos y algunas peques suelen tener las piernas zambas, como mi hijo.
¡Mi hermano dice que tiene piernas de futbolista!
Lo cierto es que la gran mayoría de los bebés nacen con las piernas zambas debido a la posición que han mantenido en el vientre materno, siendo con el tiempo y con el inicio del caminar y el soporte de su propio peso cuando las piernas se van enderezando.
No es hasta los 3 años cuando si el niño o niña todavía no separa las rodillas cuando debemos acudir a un especialista para que valore un posible caso de pies zambos.
El pie zambo o talipes equinovarus puede venir dado por una malformación desde el nacimiento afectando a los pies que suelen ser cortos y anchos y tener el talón apuntando hacia abajo con la parte delantera girada hacia dentro. Aunque los casos graves de pies zambos afectan un porcentaje aproximado de 1 entre 1000, suelen ser los niños más propensos que las niñas a padecer esta malformación.
El médico suele pedir que el niño o la niña se tumbe bocaarriba para medir así la distancia entre las rodillas y poder valorar si es un caso severo de pie zambo o por el contrario es leve y no requiere tratamiento alguno. La valoración del médico suele tener en cuenta la edad del o la peque, el estado de salud y la gravedad del caso en particular.
Algunas de las causas que pueden derivar en pies zambos pueden ser fracturas que no se han curado correctamente, la enfermedad de Blount, un déficit de vitamina D o un desarrollo óseo anormal.
Sin haber tratamiento que esté realmente comprobado que funcione, como ortopedia, la cirugía sólo se recomienda en casos muy graves, siendo el pronóstico favorable y revisado cada 6 meses por el especialista.
¿Conocías este tipo de trastorno?
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