¿Sabías que el bebé distingue el olor de la madre a la semana de vida? ¿Y sabías que el olfato de un bebé es similar al del adulto cuando cumple los 3 meses?
En general todos y cada uno de los sentidos son necesarios para poder conocer, experimentar y entender el medio que nos rodea, y, en el caso de los bebés puede llegar a cobrar mayor importancia por ser personitas que se están formando y que todavía no tienen desarrollado el habla para expresar lo que sienten.
En el sentido del olfato, al igual que ocurre en otros sentidos como el de la vista del que hablé en otra entrada, también podemos encontrar alteraciones, que pueden ser parciales, denominándose anosmia cuando la pérdida se refiere a la agudeza de olfato o insensibilidad cuando el origen radica en la deficiencia en los receptores sensoriales.
A través del sentido del olfato los bebés saben si la persona que tienen cerca es su cuidador de referencia, como por ejemplo la madre, al igual que ocurre en muchos otros mamíferos.
Y parece ser que el bebé no distingue a la madre sólo por el olor de la leche materna, sino por el propio olor de la madre, independientemente de si lo está alimentando con lactancia materna o artificial.
En realidad el olfato es el sentido más potente de los bebés y a través de él éste es capaz de recibir la mayor parte de sensaciones al nacer y durante los primeros meses.
Es importante no cargar el ambiente de olores fuertes ya que su sentido aunque desarrollado es todavía sensible y sus mucosas vírgenes, con lo que cualquier producto químico artificial lo único que puede acarrear es la irritación de sus vías respiratorias y confundir los estímulos que pueda recibir a través de este sentido del olfato.
Si queremos “estimular” de alguna manera el olfato de nuestro bebé, siempre podemos hacer servir flores naturales o infusiones.
¿Olemos las flores del campo?
