Se celebra este fin de semana en Madrid la Feria de la Puericultura que acoge a profesionales relacionados con el mundo del bebé de todo índole, artículos de paseo y transporte a fabricantes de artículos para la maternidad ropa de niño, mobiliario infantil, guarderías y un largo etcétera.
La Asociación Española de Productos para la Infancia, ASEPRI, ya consideraba el año pasado que la cifra de negocio que movían todos los artículos relacionados con la puericultura en general rondaría los 600 millones de euros anuales. Un número nada desdeñable teniendo en cuenta, además, que desde el inicio de la crisis muchas empresas de este sector se han visto obligadas a cerrar o a adaptarse (reduciendo catálogo, stocks, empleos…) para poder sobrevivir. Esto unido a que la natalidad en España no está en sus mejores números históricos hace que mantenerse en este mundo sea cada vez más complicado.
Por eso, quizás, ver cómo empresas como BabyMoon tienen su tienda siempre repleta de gente produce una gran satisfacción y da esperanza para aquellos en los que la negatividad por la situación económica tan deplorable se quiere hacer dueña y señora.
Me resultó curioso ver el otro día en un reportaje en la tele algunas de las novedades presentadas en esta Feria sobre el mundo del bebé.
Desde un carrito que se pliega totalmente solo dando un botón (me pareció muy chulo pero, sinceramente, creo que una vez doblado seguía ocupando demasiado para lo que se necesita en un carro “desarmado”) u otro carro “preparado” para la nieve, con ruedas pero también con tablas deslizantes (para que así los padres que esquían no tengan excusas para quedarse en casa).
En el título digo que es un negocio para servir a los bebés y es evidente. Millones de juguetes, andadores, muñecos, balones, móviles de cuna, etc. hacen las delicias de los niños y gran parte de su felicidad diaria radica en el uso de estos artículos fabricados y distribuidos por este gremio.
Pero también remarco que sirven a los padres por cosas como las que he expuesto de los carros.
Porque al bebé le da igual que su coche de bebé se pliegue bien y quede reducidito o que se pueda mover en terrenos de más difícil maniobrabilidad. Pero, y esto los padres lo sabemos bien, estos detalles para los progenitores son fundamentales.
Por lo que, en nombre de todos ellos, agradezco a estos fabricantes, distribuidores y comerciantes su dedicación y su tesón en ponernos siempre las cosas más y más fáciles.
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