Muchos padres tienen dudas en torno al tema de dormir en brazos al bebé, ya que, aunque para ellos, sin duda, estar en contacto con su pequeño es uno de los momentos más especiales, hay especialistas que afirman que es importante que, desde que son pequeños empiecen a comprender que hay más mundo allá de vuestro regazo.
Asimismo, especialmente las madres o suegras, las personas de cierta edad, suelen decir este tipo de frases: “no le acostumbres a dormir en brazos ”, “verás luego qué complicado va a ser que pierda esa costumbre”, luego te arrepentirás…” Por comentarios de este tipo, muchas madres y padres, especialmente aquellos primerizos se sienten asustados por no hacerlo bien, por provocar consecuencias negativas para el pequeño conforme crezca… Sin embargo, hay que ser conscientes de que los pequeños van pasando por diversas etapas y que, aunque al principio tengan esa dependencia hacia sus progenitores y sintáis que sólo en vuestros brazos están bien, poco a poco la situación irá cambiando.
En primer lugar, hay niños que por naturaleza requerirán dormir en brazos de sus padres, se sentirán más tranquilos y sosegados y puede que en sus primeros meses, tan sólo consigan quedarse dormidos cerca del olor y del tacto de sus papás y mamás.
Aun así, conformen crezcan, es importante que empecéis a trabajar dicho aspecto, ya que, el pequeño deberá ir adaptándose al resto del mundo y a sentirse cómodo solito en su cuna, en el carrito, con otras personas que no sois vosotros… Aun así, no es algo a lo que el pequeño se acostumbrará de un día para otro, hay que ir poco a poco. La clave está en encontrar un punto intermedio, para que vuestro hijo no dependa a cada instante de vuestra presencia y si no estáis empiece a llorar con un desconsuelo que os parta el corazón, pero sin dejar de aprovechar ese calor y esa intimidad que tenéis con él, ya que es fruto de vuestro amor.
Y ahí llegamos a la clave, yo creo, de este asunto: el llanto. Y es que la mayoría de las veces, estas dudas en torno a si tenerlo en brazos, se produce porque cada vez que el pequeño llora, hay padres que se lanzan a cogerlo y otros definitivamente no saben cómo actuar.
Es cierto que hay bebés que ante lo mínimo, comienzan a llorar, ya que, aprendieron anteriormente que así logran la atención total de sus padres. Sin embargo, en el caso de que ya tu pequeño esté en este punto, quizás es útil que te coloques junto a él, donde te vea y en vez de cogerle en brazos, le acaricies, le hables, le hagas sentir tranquilo, sin necesidad de que tenga que estar en tu regazo… así poco a poco irá sintiéndose a gusto en otros sitios que no sea sólo en tus brazos. Poco a poco el pequeño lo irá entendiendo y empezará a ser capaz de dormirse sólo o simplemente sabiendo que estás cerca suya, sin necesidad de esa excesiva dependencia.
Aun así, también hay especialistas que afirman que, es mejor dejar que, aunque el pequeño llore él se calme sin necesidad de que intervengáis de ningún modo. Apuestan por esta opción afirmando que así el pequeño va siendo más independiente y autosuficiente. Sin embargo, considero que esta teoría u opción es a veces cuestionable, ya que, es duro y creo que contraproducente dejar al bebé llorando, ya que, más allá de aprender a sentirse bien sólo, puede crear en él miedos, recelos a sentirse en soledad y finalmente tener sensación de desamparo.
De este modo, sois vosotros, papás y mamás los que habréis de encontrar la forma de hacer que vuestro pequeño aprenda a entender el mundo que le rodea, ayudándole y ofreciendo vuestros brazos cuando lo necesite y no sólo como único recurso para que deje de llorar, una solución de la que hemos acabado disfrutando mucho.
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