Menú con sólidos para el niño en la guardería

El curso pasado, el del inicio de nuestro hijo en la guardería, veíamos que repartían menús (incluso los veíamos colgados en las paredes de la guardería, por días y semanas) y cuando preguntamos, en nuestras ignorancia de padre primerizos, si eran esos platos los que comería nuestro bebé (ahora ya niño pero bebé en aquel entonces) nos dijeron que no, que los niños del primer aula, los que empezaban a llegar cuando la madre se reincorporaba al trabajo, tendrían que estar con purés y sólo cuando estuvieran cerca de los once meses comenzarían a “jugar” con los sólidos.

menú sólidos guardería

Dentro de los purés del menú, por supuesto, les iban introduciendo (en todas las guarderías lo harán, es de suponer, ya sean ellos los que cocinen, como es nuestro caso, o encarguen la comida a una empresa externa) los alimentos que el pediatra nos fuese indicando como el pollo, la carne de ternera, el pescado, el huevo, las legumbres… pero todo triturado y junto.

Y así ha sido como también cumplieron con su compromiso de que el niño empezase a “jugar” con alimentos cocinados sólidos en el menú desde los once meses.

Dicen que en ese momento de su vida sus habilidades de motricidad fina le permiten hacer esos juegos y, además, se encuentran en ese momento en el que los sentidos juegan un papel fundamental en el desarrollo cognitivo del niño. Por lo tanto, dejarles que empiecen a percibir por ellos mismos, a través de sus dedos, su piel, sus labios, distintas texturas, diferentes temperaturas, sabores diversos, todo un despliegue de sensaciones es de suma importancia para ellos.

menú sólidos

Pues bien, nada más empezar la guardería este curso, como si fuese resultado de un aprobado de los muchos que esperamos que saque en su vida escolar, nos dijeron que le veían perfectamente preparado para comer los alimentos sólidos que comería el resto de niños (excluyendo a los más pequeños, los del aula de bebés) y así lo iban a hacer.

Nuestra confianza en las pautas de la guardería es absoluta ya que nos han demostrado con sus enseñanzas a nuestro hijo que le llevan de un modo muy adecuado. Ya he comentado que le enseñaron a tirar sus propios pañales a la papelera, por ejemplo, pero en cuanto a la comida se refiere, nuestro hijo nos sorprende en casa cuando llega un momento en el que no acepta más cucharadas de su madre o mías hasta que no le demos su propia cuchara y pueda él intentar llenarla de comida y, segundo, llevársela a la boca sin que la mayoría se caiga por el camino.

Sorprendentemente (o no tanto, viendo que son muchas las cosas que aprende en la guardería) apenas se le cae nada y el porcentaje de comida que come por sus propios medios es bastante alto.

menú comer

En definitiva, como es natural, todo llega y nuestro hijo, también en lo que come y cómo lo hace, se nos está haciendo mayor.

Os aconsejo, si estáis aún a tiempo, que busquéis una guardería que os garantice que va a intentar lograr la autonomía de vuestro pequeño lo antes posible. Lo agradeceréis vosotros y vuestro hijo.

 

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Acerca de Javier

Un Padre con la L
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