Cada cierto tiempo noto que las inquietudes de mi peque de 2,5 años van cambiando con lo que el rincón dónde tiene sus juguetes me pide a gritos una renovación.
Ahora que se acerca el momento de que nos visite Papa Nöel y los Reyes Magos es un buen momento para hacer limpieza y renovar los materiales de juego, apostando por los educativos.
Empiezo a hacer la lista de Reyes del peque teniendo en cuenta sus gustos pero este año no sé porqué se me hace bastante difícil encontrar juguetes que realmente me gusten para él.
Uno de los juguetes estrella es el parking de diferentes plantas en el que los coches caen por diferentes tramos, el tipo de construcciones en los que se puede crear un circuito de canicas o cualquier juguete en el que introduzcan la pelota u otro objeto por un lado y aparezca por el otro.
Juguetes cuya relación sea causa-efecto es algo que suele fascinar a los peques y además promueve la concentración, la coordinación y la psicomotricidad.
Tengamos en cuenta también, aunque sea difícil, el hecho de no caer en comprar juguetes “para niños” o “para niñas”. En casa el año pasado los Reyes trajeron un carrito de bebé para el peque, que le ha servido para pasear a Pocoyó y para pasearse a sí mismo… 
Los bloques de construcciones también son un material muy potente para trabajar la creatividad, la concentración y estimular el juego simbólico, ya que pueden construir desde simples castillos hasta pequeñas poblaciones.
Los imanes de objetos, letras o números son una buena opción para entretener a los más bebés en la nevera mientras intentamos cocinar algo y a la vez para que se vayan acostumbrando a las diferentes formas.
Los puzzles pueden brindar también una oportunidad de desarrollo en el aspecto psicomotriz y en el desarrollo de la concentración. No dejéis de intentarlo con vuestros y vuestras peques porque como por arte de magia, un día empiezan a ensamblar piezas como si lo hubieran hecho toda la vida.
¿Tenéis ya alguna idea de lo que van a traer este año los Reyes Magos de Oriente?
