Los beneficios del masaje infantil son numerosos, no hace falta ser un experto para aplicar esta antigua y placentera técnica en la que, a través del sentido del tacto podemos reforzar el vínculo además de beneficiar la salud de nuestros pequeños y pequeñas. Según la Asociación Española de Masaje Infantil (AEMI), el masaje infantil es otra forma de alimentar al bebé, además de con la comida, ya que, tanto necesita los nutrientes que provienen de los alimentos como las caricias y el afecto de sus progenitores.
No dejéis de echarle un vistazo a la Web de AEMI, ya que brindan la oportunidad de realizar con ellos talleres gratuitos para familias con bebés de 2 a 7 meses.
El hecho de dedicar un espacio de tiempo para las caricias, sin prisas, sin teléfonos móviles, sin interrupciones o sin molestos ruidos es uno de los mejores regalos que nos podemos hacer, a nosotros mismos, y a nuestros bebés. Entre los beneficios que aporta el masaje infantil destacaría el fortalecimiento del sistema inmunológico, el aprender a relajarse y a conocer su propio cuerpo o incluso la capacidad de calmar los dichosos cólicos y favorecer la calidad de sueño. Además creo que piden el masaje infantil a gritos. Mientras que con mi primera hija no me veía yendo a una clase a aprender, con el segundo estoy deseando, porque le encanta que le toque, que le ponga crema después del baño, que le dé besitos en la mejilla, que le toque la orejita…Como dice el refrán, ¡Su cara es todo un poema!
Así que ahí estoy, en proceso de buscar una escuela de masaje infantil donde poder desconectar del mundo entero por unos minutos con mi ahora bebé.
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