Los niños son brutos, la niñas, delicadas
Hace ya un par de meses que empezó nuestro niño a coger las cosas con las manos. Ahora agarra todo con una seguridad pasmosa. Es más, juega al despiste porque cuando le pasas cerca algo que no debe coger (aunque no sé si es consciente aún de que no puede cogerlo), ralentiza sus movimientos, como disimulando, para, cuando menos te lo esperas, ¡zas!, alargar el bracito y pillar al vuelo el objeto de su deseo momentáneo. Como yo digo, parece un trilero: ahora le ves la mano, ahora no la ves…
Tanta virtuosidad ha alcanzado con las manos (exageración aceptable en un padre primerizo como yo) que ha dado un paso más. Cuando lleva un rato jugando con el objeto de su antojo, lo ha zarandeado, lo ha volteado, lo ha mordido, lo ha chupado, realiza lo que creemos que empieza a ser un signo de su carácter o, quizás, de su naturaleza.Mueve la muñeca de la mano con la que agarra lo que sea que agarre, forma círculos en el aire con el objeto (aterrado, seguro, si fuera animando) para acabar lanzándolo por encima de su hombro. Tan “chulo” es que, cual jugador de baloncesto experimentado, tira el juguete (o la cuchara, el llavero, lo que sea…) por encima del hombro del lado contrario al que dirige la mirada. ¡Todo un profesional, ni niño!
Otra cosa que le encanta hacer es hacer trizas cualquier papel que cae en sus dominios. ¡Y lo consigue con unos cortes que ni una guillotina de una imprenta!
Diferencia de comportamiento entre los niños y las niñas
El caso es que me dio por comentar éstas y otras cosas en la oficina, con mis compañeros (cosas como que le encanta pellizcar, arañar, que hasta con las uñas recién cortadas lo consigue, dar manotadas…) y varios me comentaron que, en efecto, los bebés varones suelen tener un comportamiento más “asilvestrado”, si queremos llamarlo así, mientras que las niñas, tirando de tópicos, son más comedidas en sus gestos, más sensibles…
Algo de verdad habrá en los tópicos. Pensándolo con cierta lógica, desde el punto de vista puramente animal de nuestra especie (no olvidemos que nos creemos evolucionados pero no dejamos de ser mamíferos), cada género puede tener, a priori,
establecidos unos roles. La mujer (siempre desde el punto de vista “animal”, no se me enfade nadie, por favor) puede que cultive una sensibilidad especial necesaria para la protección de principio a fin de los nuevos integrantes de la especie mientras que los hombres fomenten actividades con una mayor dosis de riesgo. Por eso, es más fácil ver a niños subidos a los árboles, revolcándose por el suelo enganchados con algún amigo con el que juegan a “pegarse” o saltando desde sitios inverosímiles que, fríamente pensados, podrían asustar al más pintado.
Creo que es bueno que cada cual se deje llevar por su instinto aunque también debe ser labor de nosotros, los padres, avivar en nuestros hijos inquietudes (que deberán desarrollar ellos por sí mismos) que contrarresten esos instintos propios. Porque los niños rompen y las niñas peinan pero en el equilibrio está la virtud…
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Una respuesta a Los niños y las niñas juegan y se comportan de diferente manera