Los diferentes peligros en la evolución de nuestros pequeños

No podemos evitarlo, es natural: todos los padres temen por sus hijos. Temen por distintas cosas, los diferentes peligros,  infinidad de ellos (demasiados, diría yo). Pero está claro que las preocupaciones van cambiando, van evolucionando como lo hace la vida de nuestros pequeños.

Estos temores comienzan prácticamente desde que sabemos que estamos esperando. Quizás, pienso yo, es una estrategia del ser humano que comienza a plantearse de antemano situaciones negativas (aunque pueda parecer algo masoquista) con el fin de ir preparándose para lo peor. Ya sabéis lo que dicen, si te preparas para lo peor estarás listo para cualquier cosa. los diferentes peligros del recién nacido

Pues bien, al principio uno desea que todas las pruebas salgan correctamente, que el feto vaya cogiendo peso, que se le vaya viendo todos los dedos, todos los órganos, que las pulsaciones sean las correctas, que no tenga deformaciones o enfermedades congénitas. Uno piensa, en caso de que algo de esto pueda aparecer, qué será del niño en el mundo “real”, y qué será de los padres…

Pero todo eso pasa y (en la mayoría de los casos) nace sin complicaciones.

Y se tiende a pensar que lo peor ha pasado. ¡¡¡Craso error!!!

Error porque comienzan otras fases, con los diferentes peligros,  en las que las preocupaciones de los padres son como los virus, mutan pero no se mueren.

Los diferentes peligros  y preocupaciones

Al principio está el peligro de la muerte súbita del lactante (de la que ya he hablado) y que ha producido, produce y producirá imágenes similares en multitud de hogares en los que los padres se asoman con cierta frecuencia por las noches para comprobar que el peque respira.

Pasan los meses y este miedo se va quedando en un segundo plano.

Le sustituye el del posible ahogamiento porque el niño se trague algo que ha llegado a su círculo de influencia (por lo general, bastante reducido al principio si no gatea, si no se mueve) y que el adulto ha descuidado.

Luego, cuando comienzan a gatear, también empiezan a alcanzar más cosas y algunas son peligrosas, hay que andarse con ojo.los diferentes peligros cuando gatean

Del gateo tratarán de pasar a sentarse ellos mismos. Nuestro hijo se ha dado una de coscorrones contra el suelo por querer sentarse demasiado rápido pensando que tenía absoluto control sobre su equilibrio que para qué…

Pero, claro, después del gateo viene ponerse de pie. Y para ponerse de pie se tienen que agarrar a lo que está más alto que ellos, hacer fuerza con las piernitas (que le bailan como si fuesen flanes) y mantenerse firmes para no caerse… a veces sin mucho éxito. Entonces, los dientes (que ya le habrán salido) peligrarán especialmente porque si se caen de culo, no pasa nada, pero si se caen de frente… Los diferentes peligros de los bebés cuando crecen

Todas estas fases de ver diferentes peligros,las hemos pasado nosotros. Yo aconsejaría un “marcaje al hombre” para tratar de minimizar daños pero tampoco obsesionarse con que no se den golpes ni sufran en absoluto. En la vida se aprende fallando y caerse, darse castañazos, arañarse, toser por un trozo de pan, todo eso y más cosas le van a ser de gran ayuda en su apre

 

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Acerca de Javier

Un Padre con la L
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