Como madre no puedo concebir un día sin que me coma a besos a mi hijo. Necesito abrazarle y demostrarle mi amor cada día de mi vida, e incluso así a veces me pregunto si es demasiado poco. Me encanta abrazarle y que sienta lo que le quiero y lo importante que es para nuestras vidas. Por eso cuando escuché por primera vez que las madres japonesas no besaban a sus hijos no entendía cómo podía ser y no sabía si dar credibilidad a esa noticia.
Escuché que las madres japonesas no besan a sus hijos tanto como nosotras, que no muestran su afecto delante de nadie ni tampoco en la intimidad de sus hogares. ¿Cómo puede ser esto real? Personalmente no puedo creerme que una madre (del país que sea y de la cultura que sea) no bese a sus hijos por falta de amor.
Y es que parece ser que en Japón no entienden el amor como lo entendemos nosotros, es decir que si una madre no muestra este afecto hacia su hijo no es que no sienta amor por él, ¡ni mucho menos! El amor que siente una madre japonesa puede ser exactamente igual que el amor que sientes tú por tu hijo, pero su cultura le hace entender ese amor de forma diferente.
Seguramente tu forma de demostrar amor a tu hijo es muy parecido al mío… ¡comiéndotelo a besos y diciéndole con guerras de abrazos lo mucho que le quieres! Pero esa forma de demostrar amor nada tiene que ver con las madres japonesas actuales. Para las madres japonesas expresan su amor con la proximidad física es decir, cogiendo a su hijo en brazos o de la mano. Un ejemplo de este amor por ejemplo es una forma que tienen los japoneses de dormir, ¡todos juntos! No se abrazan ni se dan muestras de cariño como lo haríamos nosotros, pero para ellos eso, es más que suficiente para demostrar su amor.
Tanto es así, que muchos padres japoneses no les dicen a sus hijos el amor que sienten por ellos con un “te quiero”, si no que para que se sepa se demuestra con acciones y con el día a día. ¿Qué opinas sobre esta forma de querer tan diferente a nuestra cultura? Sin lugar a dudas es una forma diferente de entender el amor, pero que sin duda debemos respetar porque es una forma de dar amor, ¡y lo importante es que los niños entiendan que son muy amados!
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