Las hormonas del padre también cambian

Todo el mundo sabe que las hormonas femeninas hacen diabluras sin parar en una mujer embarazada. Así, a nadie le resulta raro achacar a esos cambios hormonales los comportamientos supuestamente extraordinarios de las embarazadas durante esos nueve meses.

newborn father

Sin embargo, me surgió la duda sobre si en los hombres que iban a tener un hijo se podía dar algo similar. No os reíais, pero cuando, una vez nacido ya nuestro hijo, estábamos mi mujer y yo viendo una película en la que se ponía en peligro la vida de un niño y descubrí que ambos estábamos igualmente emocionados (cosa que antes no pasaba), me pregunté por la trastienda de las emociones de los hombres que, como yo, somos padres por primera vez.

Pues, mira tú por dónde, existe una base científica para todo esto. 

Así cambian las hormonas en los padres.

Hay estudios (entre ellos uno de la doctora Ruth Feldman, de la Universidad de Yale, de quién he sacado la mayor parte de los datos de este post) que confirman que en el oxitocinahombre, en el instante de tener a su bebé en sus brazos, se advierte una mayor producción de oxitocina (la hormona que, en las mujeres, favorece, entre otras cosas, la fase de dilatación en el parto) y la prolactina (esencial en su papel para inducir la lactancia). El aumento en la producción de estas dos hormonas afecta directamente al centro emotivo del cerebro, la amígdala, y, por tanto, la relación emotiva con el recién nacido cambia en el padre.

Por otro lado, también se ha comprobado que los niveles de la hormona típicamente masculina, la testosterona, disminuyen con lo que el toque de “macho ibérico”, agresivo, competitivo, “peleón”, se suaviza.

De hecho se ha visto que en los casos en que el padre interacciona más con su hijo hasta pasados unos meses desde su nacimiento, sus niveles de oxitocina y prolactina aumentan y favorecen un comportamiento lúdico con su pequeño y una mayor capacidad de comprensión de las necesidades del niño por parte del padre que, por otra parte, no debilita ni un ápice su instinto de protección, tan “masculino”.

oxitocina padre

Dice la doctora Feldman que este hecho puede tratarse de un paso evolutivo y que responda a que, en la época que vivimos, la implicación aceptada de los padres en el desarrollo y educación de sus hijos es cada vez mayor y el cuerpo del hombre reacciona de cara a prepararse para ello.

Se conocen incluso casos (extremos, eso sí) del llamado Síndrome de Couvade, ¡en los que el padre tiene los mismos síntomas físicos (mareos, vótmitos, etc.) que la embarazada!

Independientemente de estos últimos casos, lo que sí parece claro es que la mayoría de los padres también cambiamos. Y hay pruebas de que no estamos locos los que ya lo habíamos notado…

baby father

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Un Padre con la L
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