Lactancia Materna Exitosa, como lo Conseguí

Son varios los factores que pueden entorpecer una lactancia materna exitosa. La posición de agarre es el primer aspecto que debe ser revisado por una asesora experta ya que de no ser adecuada puede producir dolor y grietas lo que conllevará al uso de pezoneras o posibles infecciones.

Con mi primera lactancia todo fue como la seda y lo único que tuve fue un poco de molestia a los dos días de llegar a casa que se salvó con una crema de lanolina pura.

La lanolina es una cera natural que se usa para hidratar y calmar los pezones favoreciendo la curación de heridas. Al no llevar aditivos ni conservantes no es necesario lavar los pezones antes de volver a dar el pecho al bebé.

Con mi segunda lactancia he tenido varios inconvenientes que podrían haberse reducido de haber sido correctamente asesorada ya en el hospital donde dí a luz.

Para empezar no tuve la oportunidad de disfrutar las primeras horas con mi bebé ya que necesitó cuidados intensivos. Las primeras horas son cruciales y sobretodo la primera hora después de nacer. Es un tiempo crucial para establecer el contacto piel con piel e incluso para ofrecerle el pecho.

A la semana de vida a mi bebé le dieron el alta en la UCI y empezamos una lactancia que a los pocos días me produjo infecciones y dolorosas grietas. Un mal agarre del bebé favorece la formación de grietas, foco de infecciones que pasarán al bebé pudiendo ocasionarle infecciones como el muguet, que se caracteriza por unas manchas blanquinosas en su boca, lengua y/o labios.

Después de informarme en la página Web de Alba Lactancia empecé a hacerme a la idea de que mi bebé podría tener un frenillo corto sublingual que dificulta que su lengua pueda moverse libremente para realizar los movimientos de extracción al mamar. Y efectivamente, el frenillo corto fue confirmado por una de las asesoras de Alba Lactancia y operado por un cirujano pediátrico.

Tras varias semanas de grietas y altibajos emocionales hemos conseguido gracias a otra mamá corregir la posición y salvar lo que era una lactancia con final no feliz.

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