No sé qué órgano genital requerirá más cuidados, si el de la niña o el del niño.
De momento, el de la niña ha dado algún problemilla que otro. Desde bien pequeña la princesa se ha quejado de molestias en la zona genital.
Al principio pensaba que eran cistitis, pero no, eso decían los resultados de las analíticas que le hacían en el ambulatorio y el hospital. El problema parece ser que tiene esa zona extremadamente y excesivamente sensible. El nombre que le atribuyen es vulvitis, es decir, inflamación de la vulva.
La mayoría de las veces se quejaba cuando le limpiábamos la zona con jabón, aunque fuera de bebés o íntimo. Al final y después de probar varios tipos de jabones dimos con la solución, un jabón íntimo pediátrico.
De momento únicamente hemos encontrado dos marcas de este tipo de jabón para princesas y son Isdin y Femintim, ambos los hemos comprado en farmacia y baratos baratos no son, la verdad. Aunque usemos un jabón específico para lavar esta delicada zona no lo utilizamos en grandes cantidades, sino que una minúscula dosis y un aclarado a conciencia son la fórmula para que la pequeña no se queje.
Aún así, y no sé porqué motivo, a veces le molesta al hacer pis justo después de haberla lavado. (Cuando mi madre lea esto me va a decir otra vez que pruebe con el bicarbonato…lo sé mama, lo sé, pero es menos cómodo y nunca me acuerdo…).
Otra regla de oro es limpiar la zona genital a diario o incluso un par de veces. Las niñas a esta edad (5 años) suelen tener prisa y no demasiado cuidado al secarse la zona después de hacer pipi con lo cual, y copiando el eufemismo de mi compañero Javier, puedes descubrir la humanidad de tus retoños ante la tarea de limpiar el culete y la vulva antes de ir a dormir.
De momento el niño sólo tiene 9 meses así que no hemos tenido ninguna aventura con el cuidado de sus zonas íntimas. Espero no tener que escribir ningún post sobre frenillos ni cosas de esas.
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