Para muchos pequeños tener la responsabilidad de “el HERMANO MAYOR” les llena de orgullo y satisfacción, ya que, sienten que deben proteger al pequeño de la casa y defenderle cuando vaya creciendo de los demás. Él siempre será esa figura protectora y eso le hará sentir importante. Le quiere y desea lo mejor para él.
Sin embargo, aunque a veces los pequeños reaccionan así de forma natural, es decir, asumen ese papel de hermano mayor sin que nadie les diga nada, en otras ocasiones, la llegada del pequeño puede provocar en él ciertos celos o miedo a perder el cariño y la atención de sus padres. Aun así, debo hacer hincapié en que la edad del mayor influye, ya que, en ocasiones, la diferencia entre ambos es muy pequeña, por lo que no se daría esta situación de que quiera proteger al menor, ni siquiera será capaz de planteárselo.
Aun así, si tiene la edad suficiente, es decir, a partir de 2 o mejor 3 añitos por ejemplo, según me dicta mi experiencia, sí que puede desarrollar ese sentimiento. De este modo, si por el contrario tu pequeño se muestra reacio a la llegada de un nuevo hermanito, seréis vosotros, papás y mamás, los que trabajéis con él este tema, haciéndole partícipe de esta nueva situación.
De este modo, desde el comienzo, dejarle claro que no perderá vuestros mimos y atenciones y reforzar ese sentimiento con frases del tipo “serás su hermano mayor”, “serás importante para él y le cuidarás”, “qué afortunado será el nuevo pequeño de tenerte como hermano mayor”. Al oírlo su visión sobre la situación seguro que cambiará. Además si a ello unimos que le pidáis que os ayude a comprar las cosas necesarias, a que colabore con toda esta preparación… sin duda, dejará de verlo como un extraño para también esperar su llegada con ilusión. De hecho, preguntas como “Pedro, ¿te gusta más que llamemos al hermanito Juan o Luis?” pueden ser muy útiles. Conozco a muchos padres que dejaron elegir a su hijo mayor el nombre del segundo, siempre dentro de una coherencia.
Sin embargo, creo que el tema de que elijan el nombre, puede ser muy importante para ellos, porque implica responsabilidad e implicación también.
Os puede ser de gran ayuda que en los meses previos, quedéis con otros amigos o familiares que también tengan un hijo más pequeño y otro mayor, para que él observe esa relación existente. Aun así, no debéis agobiarle con esa responsabilidad de hermano mayor, simplemente si él lo ve y de vez en cuando, le hacéis algún comentario, lo irá asimilando y más allá de los temidos celos, estará contento con su nuevo bebé.
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