La primera vez que leí sobre lo importante que es no cortar el cordón umbilical en cuanto nace el bebé y lo beneficioso que es hacerlo cuando deje de latir fue en el libro de Isabel Fernandez del Castillo, “La revolución del nacimiento”.
La autora explica que esto es así porque si esperamos a que el cordón umbilical deje de latir querrá decir que toda la sangre, con su hierro y todas las propiedades, habrán pasado al bebé.
La OMS recomienda esperar 3 minutos o hasta que cesen las pulsaciones para cortar el cordón umbilical. Además de en el nivel de hierro este simple hecho reduce en riesgo de anemia en el bebé hasta los seis meses. Por otra parte es necesario saber que un corte demasiado tardío del cordón puede provocar ictericia.
La ictericia es una enfermedad que por lo general no es grave y es debida al aumento de la bilirrubina provocando que la piel, los ojos y la boca se vuelvan amarillentos.
Como ocurre en muchas ocasiones, el sistema o el protocolo de los hospitales no es el más idóneo y hay lugares donde no respetan el deseo de los padres en cuanto a esperar a cortar el cordón umbilical aunque hayas redactado un plan de parto de cinco páginas y estén en todo su derecho.
Otro de los fallos que encuentro es que no exista en TODOS los hospitales la posibilidad de donar el cordón para la lucha contra enfermedades como la leucemia.
Si el hospital sí que dispone de banco y tienes que decidir la posibilidad de donar el cordón, ten en cuenta que en ese caso no podrás esperar a cortarlo. En todo caso, debes valorar los pros y los contras y decidir. Lo que es de locos es que ni te dejen esperar, ni lo utilicen para el banco…