Algunos definen la piel atópica como un eccema. Aunque había oído mucho sobre la piel atópica, no me había tocado de cerca hasta ahora, momento en que descubro que nuestro bebé tiene un poquito y por eso se le irrita sobretodo la parte alta de la espalda y se rasca bastante a veces. Existen muchos grados de dermatitis atópica yendo desde un simple eccema a grados más severos que incluso producen heridas y requieren mucha más atención y cuidados. La dermatitis atópica es una alternación que produce un picor muy intenso y descamación. Aunque el origen es desconocido parece haber un denominador común en cuanto a alergias al polen, asma u otros tipos de alergia en la familia. El eccema o la inflamación de la piel que se enrojece y pica no es contagiosa.
Una posible consecuencia de un brote de la dermatitis a tópica puede ser que el bebé duerma peor por la noche, aunque también podría ser por la salida de algún diente, porque tenga cólicos, porque le haya sentado mal algo de la cena…en fin, lo de no dormir puede tener, como veis, demasiadas hipótesis.
Para ayudar al bebé que tiene piel atópica debemos hidratarlo con una buena loción, evitar las temperaturas extremas, mantener las uñas del niños cortas y lavar las manos con frecuencia. En cuanto a la alimentación, debemos vigilar si al tomar algún alimento concreto empeora el eccema, ya que a veces puede empeorar. En casos de pieles atópicas se recomiendan baños templados, secar a golpecitos sin frotar la piel y aplicar la loción hidratante. Otro aspecto importante es vestir al bebé con tejidos de algodón o lino que sean suaves y transpirables.
La Asociación de Familiares y Pacientes de Dermatitis Atópicas (ADEA) tiene una página Web muy completa donde podréis ampliar esta información.
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