Instinto de protección del bebé hacia su madre

Todos hemos oído alguna vez ejemplos sobre el instinto de protección de los padres, especialmente las madres, sobre sus hijos, sobre todo si se trata de niños muy pequeños, en los que el grado de vulnerabilidad es mayor, si cabe.

instinto bebé mamá

Incluso yo recuerdo de joven que contaban que una madre que viera a su hijo bajo las ruedas de un coche a punto de ser atropellado, sería capaz sacar fuerzas de donde nadie pudiera creer que las tenía para elevar el vehículo y con ellos salvar a su hijo.

Es muy posible que sea una exageración y no haya prueba empírica de eso pero lo que sí está claro es que una madre, siguiendo su instinto de protección, sería capaz de muchas cosas inverosímiles con tal de que su retoño esté siempre sano y salvo.

Sin embargo, algo que nos sucedió el otro día me hizo pensar si ese instinto es bidireccional, es decir, si, dado el vínculo tan extraordinario que se desarrolla entre madre e hijo, es también el bebé capaz de demostrar, de alguna manera, su instinto de protección hacia su madre.

Lo que sucedió el otro día nos puede pasar a cualquiera. Y sería gracioso si no fuese por la reacción de mi hijo.

Su madre le estaba dando de comer, él en su trona y ella en una silla baja frente a él. En un momento dado, mi mujer se levantó para coger algo de la mesa y alguien, seguramente sin querer, desplazó su silla. Cuando mi mujer volvió a sentarse, suponiendo que la silla seguía en el mismo sitio, dio con sus huesos en el suelo.

instinto de protección

Ya digo que la situación, tal cual, podría ser hilarante si no llega a ser porque mi hijo, al ver a SU madre caída en el suelo se puso a llorar de una manera tan desconsolada que parecía imposible que parara. Tuvo que ser su propia madre, lógicamente, quien le dijera que no había pasado nada, que ella estaba bien y que dejara de llorara para que acabara callando, aunque a duras penas.

En ese momento, se me pasó por la cabeza que, igual que la madre sólo piensa en la protección de su “cachorro” (al más puro instinto animal) el bebé puede ver peligrar su fuente de alimentación, cariño, calor, apego y cualesquiera otras aportaciones, que son tan numerosas como conocidas, que de la madre parten hacia el hijo.

instinto bidirecciónal mamá bebé Mi hijo, desde luego, tiene claro que cualquier cosa que le pase a su madre es como si le pasara a él. Por eso, no me extrañaría que, si fuese algo mayor de sus dieciséis meses actuales y con capacidad real de protección, sería un verdadero bastión en defensa de su madre.

El lazo amoroso-afectivo entre ambos lo explica.

 

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Acerca de Javier

Un Padre con la L
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