En Catalunya no suele celebrarse Halloween, sino la Castanyada, que explica la historia de una señora que vende castañas de la montaña a la plaza de la ciudad y que tiene incluso banda sonora, pero la tradición americana está ganando adeptos año tras año.
Los escaparates de las tiendas e incluso los supermercados se llenan de calabazas, de ojos sangrientos de chocolate o arañas que invitan a decorar la casa para el día de la noche de las brujas. En algunos colegios suelen celebrarse ambas tradiciones es porque la de Halloween se entiende como parte de la cultura de la lengua inglesa.
En el cole de mi hija lo celebran y van todos disfrazados, incluso los profesores…la verdad es que resulta muy divertido y muy emocionante para los peques.
Nosotros acabamos de comprar el disfraz de bruja de las arañas para Halloween esta tarde y ya lo tenemos colgadito esperando al gran día.
En realidad los orígenes de la celebración de Halloween se remontan a hace más de 3mil años, cuando los Celtas, que el 1 de noviembre celebraban el fin de año vieron como la inmigración europea a los EEUU llegaba la tradición a América.
El caso es que la festividad del 1 de noviembre (que es el día de todos aquellos que no tienen santo), da para celebrarlo según los gustos y puede resultar muy divertido celebrar una fiesta en familia en la que nos disfracemos todos, grandes y pequeños.
Los disfraces de los y las peques pueden llegar a ser sorprendentemente originales y sino, sólo tenéis que hacer una búsqueda por la Blogosfera para encontrar algunos que te harán reír a carcajadas como el del bebé palomita. (Eso sí, no le acabo de ver la relación con Halloween a no ser que los americanos asimilen a chucherías las palomitas).
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