FIEBRE

 

 La fiebre es el principal motivo de consulta durante la edad pediátrica, ya que está presenta hasta en un 80% de las mismas.

Habitualmente es reflejo de infecciones víricas autolimitadas pero en ocasiones es debida a un proceso infeccioso potencialmente grave. El problema se plantea en niños menores de 36 meses con fiebre sin foco de los que un pequeño porcentaje (< 2) puede desarrollar una infección bacteriana grave.  El manejo adecuado de estos cuadros tiene como objetivo no someter a los niños a exploraciones innecesarias, aunque sin dejar de tratar adecuadamente a aquellos que lo necesiten.

No hay definición unánimemente aceptada. La temperatura rectal es la que mejor se correlaciona con la temperatura central. En lactantes es el método recomendado y en el que se basan los estudios sobre la fiebre sin foco.

Fiebre según el lugar de medición

Lugar de medición Fiebre
Axilar >37 ºC
Rectal >38 ºC
Oral >37,5 ºC
Timpánica >37,5 ºC

 

Fiebre sin foco. Niños con fiebre de menos de 72 horas de evolución en los que, tras una anamnesis y exploración física adecuada, no se encuentra una causa que justifique la fiebre (ocurre en el 20% de los menores de 36 meses).

 

Bacteriemia oculta. Aislamiento de una bacteria patógena en el hemocultivo de un niño con buen estado general y sin foco de infección (2% de los niños entre 3-36 meses). Un pequeño porcentaje de estos pacientes desarrollará una infección bacteriana grave.

 

Infección bacteriana grave. Sepsis, meningitis, bacteriemia, neumonía bacteriemia, infección urinaria (ITU), enteritis bacteriana, celulitis, infecciones óseas y articulares.

 

FASES DELA FIEBRE. 

La fiebre tiene tres fases:

Fase de elevación de la temperatura.

Se caracteriza por malestar debido a una menor pérdida de calor, por la vasoconstricción y el incremento de calor causado por temblores; el niño se siente frío y su piel está fría al tacto.

Fase de estabilización de la temperatura.

La producción y la pérdida de calor se equilibran, igual que en situaciones en las que el niño no está enfermo, pero en un punto más alto. Se caracteriza porque en ella el niño tiene la piel enrojecida o sonrosada, lo que significa que la temperatura ha llegado  al máximo. Casi siempre, al llegar a esta fase, al niño le desaparecen los signos de malestar.

 

Fase de descenso de la temperatura.

En esta fase el niño tiene la piel sudorosa, húmeda y caliente.

Los niños pequeños tienen tendencia a alcanzar picos febriles más elevados que los niños mayores ante estímulos similares, sin que se sepa exactamente a qué obedece.

 

TRATAMIENTO SINTOMÁTICO.

El objetivo de bajar la fiebre es básicamente: evitar convulsiones febriles, evitar el aumento de gasto cardiaco en niños con enfermedad cardiaca y mejorar el bienestar del paciente.

Debe utilizarse el medicamento indicado por su pediatra y en las dosis por él indicadas según el peso de cada niño.

El Paracetamol es el antitérmico más utilizado en la edad pediátrica porque por su acción en el organismo  además de ayudar al niño a sentirse mejor respecto a los otros síntomas asociados no tiene efectos secundarios. Está disponible en suspensión líquida y también en forma de supositorios, que es una vía alternativa para niños en quienes la vía oral es inadecuada o poco práctica (vómitos, somnolencia, rechazo a ingerir la suspensión o inconsciencia).

El Ibuprofeno es el segundo antipirético más utilizado en pediatría después del paracetamol. Actúa un poco más rápidamente y su efecto es más prolongado.

 

MÉTODOS FISICOS PARA BAJARLA TEMPERATURA.

  • Baño antitérmico que no debe exceder los 20 minutos y debe realizarse con agua templada y nunca con agua fría. Se realizará a los 30 minutos de la administración del antitérmico, ya que, en caso contrario, el baño sólo causaría temblor y éste haría aumentar la temperatura.
  • Retirada parcial de las ropas del niño.
  • Que el ambiente en que se encuentre no sea excesivamente cálido.
  • Aumentar la ingesta de líquidos.

 

Los tres últimos medios contribuyen a un descenso natural de la temperatura a la vez que a una mejoría de la confortabilidad del niño.

 

 

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Acerca de Paloma

Enfermera Pediatría
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