Cada vez más son las personas que entienden la fiebre como el mecanismo de defensa que es y tienden a dejarla hacer para que pueda servir de herramienta contra la enfermedad o el virus que la esté haciendo trabajar.
Si la fiebre no pasa de 39º es mejor no bajarla, ya que estamos privando al organismo de un medio para atacar la infección. En una de nuestras visitas al pediatra, éste me explicó, que aunque alarmante, la fiebre es una aliada para el bebé y que los daños se producirían si el bebé está bastantes horas con fiebre muy muy alta (40º o más).
Pero que porqué el bebé se ponga con fiebre a 39,5 o incluso a 40º no hay que alarmarse, aunque sí darle un antipirético para que ésta baje un poco.
Otros aspectos a tener en cuenta cuando tenemos un bebé con fiebre en casa es no atosigarle con la comida, porque su cuerpo ya tiene bastante trabajo extra para combatir la infección con lo que forzarle a digerir algo que encima no le apetece no le va a ayudar mucho.
No abrigar demasiado y darle un baño templado si se muestra receptivo y veis que le apetece, pueden ser aspectos que favorezcan la bajada de la fiebre de forma natural. También podéis ayudarle a estar más a gusto y a bajar la fiebre aplicando toallitas o compresas mojadas en agua fresquita sobre la frente, las sienes y la nuca.
Si optáis por la homeopatía la Belladona es el remedio que ayuda a bajar la fiebre. En bebés muy pequeños suelen diluirse 10 gránulos en 50 cc de agua en un biberón y así, además de hidratar al bebé, le ayudamos con un tratamiento más respetuoso.
Lo más importante es armarse de paciencia para dar muchos mimos y entender que se encuentra mal, por lo que si quiere estar en bracitos (aunque éste hecho pueda hacer aumentar la temperatura) y además viendo dibujos es lo más normal del mundo y seguramente es lo que haríamos cualquiera de nosotros si estuviéramos enfermos.
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