Seguro que la mayoría de las mujeres se han hecho esta pregunta alguna vez en su vida: Estoy Embarazada?
Y es que, aunque el primer síntoma que indica que puede existir la posibilidad de un embarazo es la falta o ausencia de la menstruación, hay más síntomas que pueden demostrar que sí que vas a ser mamá.
Hay muchas mujeres que durante estas primeras semanas empiezan a sentir náuseas e incluso a tener vómitos. Aunque lo más frecuente es que se produzcan a partir del primer mes tras la concepción, a veces, pueden incluso aparecer antes. Suele decirse que son más comunes a lo largo de la mañana o especialmente cuando la mujer se levanta, aunque lo cierto es que pueden darse también por la tarde o la noche, en definitiva, durante todo el día.
A veces estas náuseas vienen acompañadas por una sensación de aversión o rechazo hacia 
ciertos olores o sabores. Y es que, con el embarazo, los cambios hormonales hacen que la mujer desarrolle una mayor sensibilidad hacia ciertos aromas. Quizás en esos meses deteste alimentos o perfumes que antes le encantaban y por el contrario, le atraigan mucho ciertas comidas que, por ejemplo, nunca había provocado o que incluso le provocaban repulsión.
Con frecuencia, otro de los síntomas más comunes es el aumento de tamaño de los senos, así como una sensibilidad mayor en esta zona. Suele ser también como resultado de los cambios que el cuerpo está empezando a experimentar, especialmente por el desajuste hormonal que se produce. Normalmente esta molestia desaparece tras pasar por el primer trimestre, conforme el cuerpo se va adaptando a la nueva situación.
Es habitual también que la mujer se sienta más cansada de lo normal o que cambie de humor con demasiada facilidad. En cuanto a lo primero, es muy común 
que la embarazada tenga sueño a todas horas, que se sienta exhausta al menor esfuerzo… provocado por el aumento considerable de los niveles de progesterona.
Aun así, como ocurre con los síntomas anteriores, empezarán a desaparecer a partir del cuarto mes. Sin embargo, este cansancio vuelve a aparecer en el último trimestre, una vez que el pequeño ya va pesando cada vez más, está más incómoda y con más molestias, lo que hace que por las noches, tampoco descanse bien.
En cuanto al mal humor o a los cambios bruscos de humor, aunque hay mamás a las que no les pasa, es frecuente, especialmente al principio, que la mujer se sienta más nerviosa de lo normal, que reaccione en exceso tanto ante las noticias buenas como malas e incluso que se sienta triste sin motivo alguno.
Finalmente, también notará que tiene necesidad de ir al baño con mayor frecuencia. Este es otra de las manifestaciones más claras de que puede estar embarazada. Esto se produce porque durante la gestación aumenta considerablemente la cantidad de sangre que circula por el cuerpo, por lo que los riñones tienen que trabajar más. Además conforme crece el bebé, empujará la vejiga, lo que hará que se haga más pequeña y aguante menos fluido en su interior.
Así, si notas que sufres estos síntomas, será el momento de que compres un test de embarazo en la farmacia o de que acudas a tu médico para saber finalmente si vas a ser o no mamá dentro de nueve meses.
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