Los más pequeños son extremadamente vulnerables ante la falta de afecto incluso desde antes de nacer y según la psicoterapeuta especializada en psicología prenatal María de la Luz Giraldo, la combinación de distintos cambios químicos en el cuerpo de madre circulan a través de la sangre hasta llegar a la placenta, lugar donde el bebé recibe las emociones a través del cordón umbilical.
Por eso es muy importante, más de lo que creemos, que la mujer gestante esté en un estado de tranquilidad permanente y que intentemos que no pase disgusto alguno, ya que además de a ella, le afecta directamente al bebé que lleva en su interior.
Si vais a visitar a un homeópata o incluso si en la escuela os hacen una entrevista, puede que os pregunten sobre cómo fue vuestro embarazo. No es lo mismo tener un embarazo tranquilo que si este período de gestación ha estado marcado por emociones negativas que hayan podido afectar al bebé.
Según una investigación de la Universidad de Rutgers en EEUU las mamis gestantes pueden llevar a cabo un ejercicio que proteja al bebé y le haga de escudo ante sus emociones negativas.
El escudo protector se puede crear de la siguiente manera: primero la mamá debe ser consciente de sus emociones y aceptarlas para luego explicarle al bebé que esos sentimientos son de ella.
La mamá debe expresarle al bebé su amor y explicarle que los sentimientos y emociones que ella siente de rabia y angustia no tienen nada que ver con su amor de mami.
Según Maria de la Luz Giraldo con este escudo protector la madre puede fortalecer el sistema inmunológico y el sistema de autovaloración del bebé que está gestando.
¿Y tu embarazo, cómo fue? Y si estás embarazada, ¿Te has planteado lo importante que es para ti y el bebé que estés tranquila? Mi consejo es que te sientas acompañada y fuerte por la vida que llevas dentro y eso te hará más fuerte para valorar si vale la pena enfadarte por según qué cosas.
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