El aprendizaje siguiendo el método Waldorf se basa en que los niños lo relacionen con sus propias experiencias. El juego es un elemento fundamental en este tipo de pedagogía en el que no existen jerarquías ni libros de texto. La creatividad y el arte para trabajar las emociones y aprender a través de sus vivencias son esenciales para el aprendizaje natural del niño.
En el método Waldorf se trabaja por ciclos y no por asignaturas aunque normalmente en los colegios actuales se siguen ofreciendo las matemáticas, la lengua y los idiomas. En los colegios que ofrecen este tipo de pedagogía los pequeños y pequeñas disfrutan con la música, la danza y el movimiento, el teatro, la pintura o trabajos artesanales.
Una de las diferencias en cuanto al profesor-tutor es que durante los primeros seis años se mantiene el mismo lo que aporta un mayor grado de conocimiento de la persona afianzando el vínculo entre tutor y aprendiz.
Otro hecho característico es que los padres deben participar en la educación y dedicar un tiempo semanal a confeccionar juguetes por ejemplo.
Lo que más difícil me parece llevar a cabo es lo que propone el método Waldorf respecto a que los niños y niñas no vean televisión, ni videojuegos…y no porque me parezca mal, más bien al contrario, sino porque hoy en día en las ciudades por lo menos tenemos tal invasión de pantallas, que es toda una proeza mantener a nuestros pequeños alejados de ellas.
La explicación a la prohibición de la tele es que le dan al pequeño o pequeña la idea ya concebida sobre objetos o cualquier otra cosa, privándole de la oportunidad de pensar por sí mismo las cosas y discernir.
En países como Suecia y Finlandia los colegios que siguen la método Waldorf son públicos mientras que en nuestro país la mayoría son cooperativas que han nacido de la iniciativa de los propios padres y madres.
En esta Web podéis ver los centros que ofrecen este tipo de enseñanza:
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