La mayoría de las veces no somos conscientes de lo importante que es no interrumpir el juego de nuestros y nuestras peques.
De repente, ellos o ellas están jugando y hacen algo tan tan gracioso que no podemos contener nuestras ganas de interactuar bien sea hablándole o queriéndole hacer una foto o un vídeo…en definitiva, algo que interrumpe su espacio de juego creativo.
O de repente nos parece que en ese preciso momento es el momento del baño, y no reparamos en que podemos esperar unos segundos o minutos a que el o la peque finalice lo que está haciendo en ese momento.
No sólo se trata de ese momento en concreto cuando interrumpimos su juego, se trata de muchas más cosas.
La importancia de no interrumpir el juego
En primer lugar, es una falta de respeto según cómo se mire…¿A tí te gusta que te interrumpan cuando estás concentrada leyendo una receta en la cocina? ¿Te gusta que te interrumpan mientras lees tu libro favorito?
En segundo lugar, el hecho de interrumpir el juego va en nuestra contra, ya que sin querer, o de forma inconsciente, estamos acortando el espacio de tiempo en que el peque está entretenido.
No se trata de un entrenamiento para conseguir que se distraiga mucho con sus juegos como para conseguir tiempo que nos deje margen de maniobra para hacer las tareas de casa o lo que nos apetezca. Se trata de no interrumpir, de respetar, y de ayudar a que sus espacios de juego sean exactamente del tiempo que necesiten. Sí que es verdad que mientras menos interrumpimos, más se alarga el espacio de tiempo de juego con lo cual se podría decir que más tiempo seguido se entretienen y mayor es su capacidad de atención.
Debemos valorar más aquello que están haciendo porque para ellos es tan importante como para nosotros puede ser ir al trabajo.
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