¿Habéis notado a los y las peques más tranquil@s cuando vais a hacer una excursión en un entorno rural?
Conozco más de una madre que, tras hacer una visita con su peque a la montaña me comenta que está más tranquilo, menos “terremoto”, que se entretiene más e incluso entra menos en conflicto con otros niñ@s o herman@s.
Baños de bosque como terapia
Cada vez más son las personas que hablan de “baños de bosque” como terapia para buscar la tranquilidad y la paz. 
La tendencia a recibir los baños de bosque es originaria de Japón y estos baños se suelen llevar a cabo en bosques en los que habitan árboles centenarios.
En Japón son tales los resultados positivos de los baños de bosque desde el año 1985 que el gobierno, con la intención de disminuir el gasto en sanidad pública por estar demostrado que disminuye determinadas enfermedades, ha impulsado una serie de excursiones en bosques para que la ciudadanía pueda recibir sus baños terapéuticos junto a árboles sanadores.
En la ONG Acciónatura recomiendan los baños de bosque en espacios maduros de Girona, donde los árboles tienen una edad avanzada y producen aceites esenciales que les protegen de insectos, hongos y bacterias.
Las personas que respiran estos aceites esenciales ayudan a su sistema inmunitario, consiguen mantener a raya su nivel de cortisol (la hormona responsable del estrés), reducir su presión arterial, regular la glucosa en sangre o aumentar la secreción de serotonina.
Según el doctor Secundí López-Pousa, jefe de la unidad de Neurología del Hospital Josep Trueta de Girona, estos datos han sido demostrados en un ensayo clínico que también prometen mejoras para los enfermos de fibromialgia.
Así que ya sabéis, si no queréis tener niños y niñas con déficit de naturaleza, no dejéis de planear alguna excursión al bosque, donde los peques puedan respirar esos aceites esenciales tan terapéuticos y sanadores.
¿Paseamos?
