El estreñimiento es uno de los síntomas más comunes durante el embarazo y también lo es para el bebé. Y es que, con frecuencia pueden tener dificultad para hacer caquita, ya que, se endurecen las heces. Esto provoca dolor al expulsarlas, por lo que finalmente el bebé o el niño evitará hacerlo para no sentir ese dolor, por lo que el problema se hace mayor.
De este modo, cabe preguntarnos el por qué de que se produzca este endurecimiento, ya que, en definitiva es lo que da lugar al estreñimiento. En el caso de los bebés, la mayoría de las veces, las razones están unidas a su alimentación. Y es que, suele empezar a ocurrir cuando el pequeño empieza a tomar leche artificial, abandonando totalmente o parcialmente la leche materna. Y es que, ésta se caracteriza por contener lactosa, que ayuda a que las heces de tu pequeño sean fáciles de expulsar, ya que serán más blandas porque contendrán agua. Además, en el caso de la leche de la madre, su contenido de grasa y proteína resulta idóneo, un equilibrio perfecto, para que no se dé este problema.
Asimismo, también ocurrirá conforme el bebé empiece a comer alimentos sólidos, ya que, cualquier alteración en su alimentación influirá en este aspecto.
En otros casos, este problema puede llegar si el bebé no está correctamente hidratado. Y es que, si esto sucede, el cuerpo reacciona absorbiendo los líquidos de cada alimento que tome, por lo que se endurecerán también las heces.
De este modo, una vez indicadas las causas más comunes de este síntoma, será importante que valores previamente si realmente tu pequeño está estreñido o no. Ante todo, hay que tener en cuenta que cada bebé es diferente y por ello, no te dejes guiar por comentarios de otras mamás, sino que piensa en lo que es normal para tu hijo. Si normalmente hace caquita tras cada comida, es normal que te alarmes si pasa un día entero sin que tenga una deposición.
Aun así, si no consigues aclararte y afirmar con rotundidad que esté estreñido, es recomendable acudir a su médico directamente o fijarte en dos indicativos que suelen ser definitivos. En primer lugar, si han pasado tres días o más y no ha hecho caquita o si cuando las heces son más duras o secas de lo habitual. En este último caso dará igual si sigue haciéndolo con regularidad, ya que esto empieza a indicar que en breve puede estreñirse.
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