Educar en las tareas del hogar son también una herramienta que los pequeños y pequeñas deben conocer y les será de utilidad en un futuro.
Como dice mi abuela, para saber mandar que te limpien, antes tienes que saber limpiar. No es porque se tengan que dedicar al trabajo del hogar, que no está mal si es lo que desean, sino porque el desconocerlo implica muchas cosas más que el simple no saber y no poder hacerlo.
Si desconoces que para echar una lavadora tienes que clasificar previamente la ropa por 
colores lo más probable es que cuando le toque a nuestros pequeños y pequeñas poco a poco vayan estropeando su ropa, por cara y buena que sea. Y no sólo eso, el saber y conocer lo que implica el trabajo doméstico hace que tanto niños como niñas valoren el trabajo no remunerado de casa y el día de mañana puedan ser tolerantes a la hora de compartir las tareas con la pareja o compañer@s de piso, con las consiguientes discusiones que esto les ahorrará.
Hay personas que o bien porque lo desconocen porque en su casa siempre lo ha hecho todo su madre o bien porque no se han visto en la necesidad de tener que hacerlo, están acostumbradas a que sea otra persona la que lo haga y esto es un problema para las dos partes. Para el que lo hace todo porque se cansará de hacerlo y para el que no lo hace porque no comprende lo que implica. No es más limpio el que más limpia sino el que menos ensucia era uno de los lemas de mi madre, ya que en casa éramos 7 personas.
Esta semana pasada en la reunión de la escuela de mi hija comentaban que hay que educar en las tareas del hogar a nuestros hijos, debemos animarles a participar en las tareas domésticas y que nos ayuden en algunas cosas para potenciar su autonomía.
Nosotras hemos empezado por poner y recoger la mesa y hacer la lista de la compra. Como la princesa todavía no sabe escribir lo que hace es lo que más le gusta; dibujar. En un papel yo le voy recitando lo que necesitamos y ella lo va dibujando y luego en el supermercado es la encargada de decirme lo que tenemos que meter en el carro. Es una forma de potenciar el recuerdo a través de sus propios dibujos, de aprender una forma de organización del tiempo como es la lista de tareas o cosas y una forma de hacerla responsable de una tarea “de mayores”.
Otra cosa que hacíamos y hacemos de cuando en cuando es “fregar la cocina”. Le doy a la pequeña un cubo y un mocho de juguete con agua y ella se entretiene esparciendo el agua…a lo que luego sólo tengo que secar el suelo y listo. Como ha crecido y el mocho de juguete es demasiado bajito le he comprado un palo de recogedor y le he adaptado una fregona para que tenga una de su estatura.
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