Y de este modo, pensando en los últimos días, he llegado a la conclusión de lo importante que es EDUCANDO EN POSITIVO, ya que, es fundamental que en la vida destaquemos siempre lo positivo, antes de caer en la negatividad.En algún artículo que publiqué anteriormente os hablaba sobre determinados comentarios que no hay que decir a los pequeños, ya que, van cargados de negatividad y en vez, de ayudarles a que cambien de actitud o comportamiento, no hacen sino que se sientan tristes y baje su autoestima.
¿A qué me refiero con esto? Quiero decir que, en ocasiones, no somos conscientes de que la forma en que digamos las cosas hace que las reacciones sean mejores que si lo hacemos de otro modo, en este caso, por ejemplo es mejor reconocer un mérito o motivarle a alcanzar una meta que criticar cómo lo hace y quitarle las ganas de que se supere.
De hecho, navegando por la red, he topado con una guía precisamente publicada por el Ministerio de Sanidad, Servicios sociales e Igualdad, así como por la ONG Save the Children que tiene el nombre “¿Quién te quiere a ti?”. En dicha guía, organizada como decálogo, se dan pautas a los padres para educar a sus pequeños sin caer en los enfados, las riñas, los llantos…sino apostando por la comprensión, el dialogo, el cariño.
Me gustaría detenerme en uno de los puntos del decálogo, el de apostar educando por el diálogo, la comunicación, desde que los niños son pequeños como base de la confianza, entre otros aspectos, ya que lo considero importantísimo, especialmente cuando los niños van creciendo, puesto que, ante todo, es fundamental que vuestro hijo no tenga temor a explicaros sus problemas o los fallos que cometa, que acuda a contaros sus inquietudes y sentimientos, sus miedos… Aunque en esta relación no solo es el niño, que va pasando a ser adolescente y aún se hace más importante esta comunicación, el que tiene que “poner de su parte” por decirlo de algún modo. Y es que, vosotros, papás y mamás tendréis que saber escucharles e intentar apoyarles sin que esto signifique que él siempre lleve la razón.
Asimismo, en este diálogo, no podéis tomar una actitud negativa siempre, haciéndole ver que está equivocado e incidiendo sobre ello, sin destacar aquello que hizo bien, o dándole alternativas para que aprenda de sus errores. Sin duda, educar en positivo no es decirle al niño lo que siempre quiere escuchar, no caigamos en este error. Se trata de ser coherentes y apostar por motivarle y reconocer sus méritos y cuando se equivoque no caer en comentarios que hieran su autoestima y nunca, por supuesto, arreglarlo con gritos y reproches. Está aprendiendo, creciendo como persona, y aunque se equivoque y le indiquéis que no lo ha hecho bien, no caigamos en el error de ver únicamente lo que hicieron mal. Hay niños que fracasan en sus estudios, entre otros motivos, porque sus propios padres no confían en ellos, ya que, siempre les hacen comentarios en los que les dan a entender que nunca llegarán a conseguir nada. Todos conocemos estos casos, son comunes.
De este modo, educando en positivo, conseguiremos que el pequeño acabe comprendiendo dónde se equivocó.
Será importante motivarle para que se ponga nuevas metas, quiera superarse. Él sabrá que cuenta con el apoyo de sus padres y se sentirá arropado.
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