¿Desventajas del colecho? Sí, también existen. En otro post anterior, os hablé sobre las múltiples ventajas del colecho, es decir de dormir con vuestro pequeño en la misma cama. De este modo, aunque los beneficios son muchos y variados, también hay especialistas que alarman sobre los riesgos y desventajas del colecho, especialmente para el bebé.
En primer lugar, y aunque es cierto que tanto para los papás como las mamás, poder compartir el lecho con su pequeño significa muchísimo, ya que se estrechan sus lazos de cariño y es muy especial sentir la presencia de su hijo mientras duermen, hay que tener mucho cuidado. Y es que, los expertos alertan del riesgo de aplastar al pequeño cuando sus padres se muevan bruscamente mientras duerman e incluso de casos de asfixia si el pequeño se queda bajo la sábana, por ejemplo.
Es evidente que los padres velan porque su pequeño esté bien, pero cuando nos dormimos, ya no controlamos nuestros movimientos del mismo modo. También hay que tener cuidado de que el pequeño no se caiga de la cama, ya que, aunque lo habitual es que duerma entre el papá y la mamá, en ocasiones, si uno de los dos duerme sólo con él, puede que el bebé se mueva de un lado a otro hasta que caiga por el borde de la cama.
Por otro lado, aunque la presencia de sus progenitores le ayudará a equilibrar su temperatura, si el pequeño va demasiado abrigado, puede acabar por sofocarse y agobiarse. Por ello, debes ser consciente de que vuestra presencia le aporta calor y que, por ello, si optas por el colecho es importante no ponerle demasiadas capas de abrigo.
Asimismo, aunque hay niños que duermen plácidamente, sin apenas moverse, en otros casos, sí que se mueven mucho, son muy inquietos. Esto provoca que sus padres acaben despertándose continuamente durante la noche, por lo que ni el pequeño ni vosotros dormiréis bien. En cambio, si el niño duerme en su cuna, podrá moverse con total tranquilidad y también descansaréis. Aun así, cabe destacar que en el caso de los niños que son tan inquietos, es importante que vigiléis sus movimientos en algunos momentos de la noche, para que no tome posturas incorrectas. De hecho, hay bebés que amanecen al contrario de cómo les acostaron, es decir, con la cabeza donde debían estar los pies, o con las manos metidas entre los barrotes. Por ello, también se recomienda una medida de distancia entre ellos, para evitar que pueda meter su cabecita. 
Otrade las grandes desventajas del colecho es que la pareja pierde su intimidad, algo muy importante para seguir alimentando su relación. Es cierto que, aunque el pequeño es ahora una prioridad importantísima en su vida, casi la primera, también deben tener en cuenta que es fundamental no perder la costumbre de dormir abrazados, mimarse… en el momento en el que el pequeño entra en la cama, algunos especialistas afirman que esto puede traducirse en un alejamiento entre el papá y la mamá.
Además, otro punto en contra y también importante es que el hecho de acostumbrar al pequeño a dormir con sus papás puede hacer que finalmente se cree una dependencia y que éste solo concilie el sueño si está cerca de sus progenitores. Por ello, una vez que vuestro hijo cumpla como máximo cinco o seis años, ya deberá abandonar la cama de sus padres. 
En definitiva, creo que es algo que deben decidir los padres, si apostar por colecho o no, aunque yo personalmente creo que hay opciones intermedias como poner la cuna en vuestra habitación para no tenerle lejos y que si alguna vez os apetece dormir con él podéis hacerlo en las siestas, por ejemplo, que son más cortas, y siempre teniendo en cuenta estas recomendaciones.
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