Mi cuñado está empeñado en que mi bebé, haciendo uso de la comunicación no verbal, nos quiere contar algo cada vez que se rasca la cabeza con entusiasmo. Mi hijo es bastante comunicativo a nivel gestual y suele mostrar de forma bastante convincente y clara lo que le hace feliz de lo que no.
Está claro que los bebés, al no poder hacer uso de la comunicación verbal, muestran signos y caras para expresarse. Estudios como el de Perner en 1994 confirman que los bebés alrededor del mes ya distinguen entre objetos para la succión como el pecho materno de los objetos para la succión no alimenticia como el chupete o los juguetes que le despierten interés como los mordedores.
La misma sonrisa es una forma de comunicación no verbal en los bebés, que busca la socialización y suele aparecer cuando el niño cuenta tan sólo con 6 semanas de vida. Es realmente curioso, según investigaciones de Acredolo & Goodwyn en 2001, que los niños que han sido educados en el aprendizaje de gestos suelen aprender a hablar antes y desarrollan antes la capacidad de comunicación a través del lenguaje poseyendo un vocabulario mucho más amplio.
Así como un bebé puede ser educado en el aprendizaje de gestos, puede serlo en el lenguaje verbal. No es lo mismo que el principal cuidador le hable durante todo el día nombrando los objetos o los colores que se limite simplemente a cuidarlo.
No es lo mismo guardar un bebé que educarlo. La principal motivación de los niños y niñas a la hora de aprender el lenguaje es la imitación, por ello es fundamental que intentemos vocalizar y pronunciar de forma correcta haciendo uso del mayor número de términos que conozcamos para mostrar un abanico de palabras más rico del que puedan absorber nuestras pequeñas esponjas.
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