A veces parece como que la relación de los hijos se difumina, pero esto no es algo que ocurre de la noche a la mañana. La relación con los hijos es algo que debe cuidar desde que los hijos nacen, porque la naturaleza les dice que somos sus referentes y nos necesitan para aprender todo en esta vida. Nos necesitan como referentes y gracias a nosotros ellos construirán su futuro. Es una gran responsabilidad que cae en nuestra espalda como padres pero que debemos ser bien conscientes para que los niños puedan desarrollarse como merecen: felices.
Pero para que tus hijos sean felices necesitarás a aprender a mejorar la relación con ellos, ¡ellos se merecen una vida feliz! Y tú, si trabajas tus emociones y eres consciente de todo lo bueno que tienes que ofrecerles, entonces, seguro que podrás conseguir que tus hijos crezcan plenamente felices. ¿Quieres algunos consejos para mejorar la relación con tus hijos? ¡Sigue leyendo!
- Una buena comunicación con tus hijos. Una buena comunicación es imprescindible para poder tener una buena relación. Tus hijos desde que nacen deben sentir y luego saber que estarás a su lado para lo bueno y para lo malo, que pueden confiar en ti.
- Enseñar a tus hijos a ser responsables de sus acciones y decisiones, siendo tú su mejor ejemplo a seguir.
- Encontrar tiempo para hacer actividades que todos disfruten. El tiempo de calidad juntos no puede faltar en vuestras vidas.
- Confía en tus hijos. Confía en su criterio, en sus decisiones y sobre todo, respétale.
- Tener vuestro propio espacio. Igual de importante es tener tiempo de calidad como cuidar el espacio personal de cada miembro de una familia. Todos tenéis que tener un espacio en donde os sintáis seguros y protegidos.
- Nadie es la víctima. El papel de víctima debe quedar fuera de vuestra familia. Si alguno de tus hijos o tú como padre o madre se hace la víctima en alguna situación estará robando demasiada energía a la familia. Una persona que se hace la víctima siempre estará enfadado, manipulará a los demás, no abandonará el pasado y absorberá demasiada energía con sus historias.
- Apoya a tus hijos en todo lo que necesiten, guíales en su camino.
- Nunca pagues con tus hijos tus conflictos internos, ¡ponles solución!
- Abre tu mente a los cambios… la vida no es una línea recta.
- Mira a los ojos de tus hijos. En sus ojos podrás comprender lo que es la vida.
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