Los bebés tienen capacidad de memoria y es que si esto no fuese así no podrían recordar la voz de su madre, algo que conocen a la perfección desde el momento en que nacen. A medida que empiezan a crecer desde el momento del nacimiento tu bebé empezará a recordar las cosas que le irán sirviendo para ir construyendo su mundo y poder así poder empezar a interactuar en él.
Estos primeros recuerdos no tendrán cosntancia en su memoria, es decir, tu bebé no lo recordará porque hasta los 4 años está presente la amnesia infantil. Los niños necesitan la información para construir su mundo y poder interactuar en él, pero cuando crezcan no podrán recordarlo porque es información para sobrevivir y no para recordar, son conocimientos cruciales para su desarrollo.
La capacidad de recordar y retener la información de las experiencias diarias es lo que hace que los bebés sean capaces de dar sentido a su entorno. La memoria del bebé no funciona como la memoria de un adulto.
Un bebé no es capaz de pensar sobre algo que ya ha pasado, no hay un sentimiento de confort o familiar cuando experimenta algo que reconoce. Esta información le sirve para aprender a interactuar con el entorno. Su pequeña memoria es crucial y poco a poco va avanzando a pasos agigantados para conseguir que funcione cada vez mejor.
Los bebés primero se basan en lo que se conoce como una memoria procedimental, que se encarga de desarrollar las habilidades motoras como chupar, tragar o hacer sonidos, después empezará a dar vueltas, a caminar y poco a poco querrá explorar el mundo que le rodea… para este momento su cerebro estará funcionando muchísimo para adaptarse al entorno.
Cuando los bebés tienen 6 semanas, empiezan a construir su memoria semántica, algo que le ayudará a tener un conocimiento general del mundo, algo que le permitirá reconocer quién es mamá y quien es papá y sobre todo saber quienes son los extraños y de quienes no se puede fiar.
También aprenderá a distinguir sus gustos en los alimentos (cuáles están más ricos que otros) y después empezará a reconocer su nombre y el significado de las palabras más conocidas para él como por ejemplo: agua, gato, pelota.
Después, empezará a desarrollar otro tipo de memoria que le permitirá recordar eventos específicos como sus primeras experiencias, algo que ocurrirá en sus primera etapa de educación infantil.
¡El cerebro del bebé es increíble! Y es que nuestra mente no para de funcionar y de aprender cosas, algo que sin duda habrá que potenciar al pequeño para que pueda tener una mejor memoria.
