Cómo evoluciona el Bebé durante el Embarazo

Veamos cómo evoluciona el bebé en tan sólo 9 meses.

En otro post escribí que leer demasiados libros puede llegar a confundir un poco. Pero lo que sí es muy aconsejable es empaparse de un librito titulado “Los consejos de tu matrona” que te darán en tu centro de salud.

En él encontraréis todos o casi todos los aspectos físicos, anímicos, psicológicos que afrontaréis durante el embarazo y en las primeras etapas de la vida de vuestro/a hijo/a y una serie de consejos muy útiles.

Un capítulo muy interesante es el que habla de cómo evoluciona el bebé desde el primer instante. Bueno, en realidad, cómo evoluciona la mórula, el embrión y el feto que serían los nombres de los diferentes estadios por los que pasa el que será vuestro tesoro.

La mórula, por su parecido con una mora, es el producto de la múltiple división de células que se produce con frecuencia matemática desde la fecundación. A partir de ahí y de su implantación en el útero, donde encuentra cobijo, sujeción y alimento, se desarrolla primero el embrión y luego el feto.

Detalles curiosos que vemos cómo evoluciona el bebé:

• A la tercera semana ya tiene corazón y un sistema circulatorio diminuto de unos 2 mm.

• En la sexta semana comienza a desarrollarse el conducto auditivo externo y lo que serán las orejas.

• A la séptima semana, los dedos de las manos se ven con claridad y se comienzan a dibujar los de los pies.

• Desde la semana nueve, le llamamos feto y hasta la doce se osifica el esqueleto y se empieza a mover la criatura. Al término de la doce se diferencia el sexo del bebé.

• Entre la semana diecisiete y la veinte se puede escuchar el latido fetal (¡¡¡preparaos porque es sencillamente es-pec-ta-cu-lar!!! Da para otro post)

• Fetos con un desarrollo entre veintiséis y veintinueve semanas ya podrían nacer. Abren los ojos ya.

• Entre la treinta y la treinta y cuatro, sus pupilas responden a la luz y su aspecto, de piel y de grasa, se va pareciendo a lo que será, un pequeño anunciante de “Michelin”.

• Desde la semana treinta y cinco a término (semana cuarenta), ya siguen la luz. De hecho, a nosotros nos contaron que, si no está colocado y tiene la cabeza arriba, se puede intentar que sigan la luz de una linterna que llevarais del pecho a la cadera de la futura mamá y el peso desproporcionado de la cabeza del bebé sería suficiente para que se girara y se colocara en posición hacia el canal de parto.

Todos estos momentos los viviréis en primera persona, ya seáis la madre o el
padre, porque notaréis cómo se mueve cuando estéis en el sofá sentados, oiréis su corazón en cada ecografía, leeréis cosas de cada semana en la que estéis para tratar de acompañar, más si cabe, a vuestro hijo en su aventura de salir al mundo. Y con todo descubriréis en qué maravilloso mundo os adentráis.  

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