La edad en la que un niño empieza a distinguir claramente los números suele ser entre los 3 y los 4 años de edad. Es un momento muy especial tanto para los padres como para el niño ya que significa un desarrollo a nivel intelectual y educacional muy importante.
Es importante que dicha enseñanza sea entretenida y natural para conseguir que el pequeño aprenda sin problemas. A continuación te voy a dar una serie de consejos que te ayuden a conseguir que tu hijo aprenda los números sin problema y de una manera eficaz.
Ideas para enseñar a tu hijo los números
- Coge varias tarjetas y pon en ellas números del 1 al 10. Pon las tarjetas boca abajo y haz que tu hijo coja una al azar y trate de adivinar cuál es el número que hay en dicha tarjeta. En el caso de que acierte el número, es bueno que lo felicites y le digas que lo ha hecho muy bien.
- Cuando ya tenga un poco más de edad, puedes intentar que intente escribir el número que le digas. Usa una pizarra y dale una tiza para que lo intente. Debes tener paciencia ya que poco a poco lo irá haciendo cada vez mejor.
- Aprovecha las situaciones del día a día para conseguir que tu hijo vaya aprendiendo poco a poco. Por ejemplo si estás poniendo la mesa, le puedes decir que coja cuatro cucharas y que las ponga en la mesa. Se trata de una forma natural de enseñarle sin que el pequeño se dé cuenta.
- Puedes jugar con el pequeño a hacer la compra y al usar diferentes monedas puede empezar a aprender a contar los números. Empieza por lo más básico y conforme vaya aprendiendo puedes ir complicando poco a poco el propio juego.
- Una forma de aprender a contar bastante divertida y entretenida es a través de las canciones infantiles. Hay una gran cantidad de canciones por internet con las que tu hijo puede aprender a contar. De esta manera el pequeño se divierte a la vez que va aprendiendo los números.
- Para terminar, puedes acudir a alguna juguetería especializada y comprar algún tipo de juguete didáctico que le enseñe los diferentes números. Intenta que el juguete sea entretenido para evitar que el pequeño se aburra y puede disfrutar y aprender a la misma vez.
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