En este post continuamos hablando sobre las ventajas de que tu pequeño entre en el comedor infantil, y es que, además de todo lo que comentamos en el post anterior, hay más aspectos que aprenderán en este espacio y que les ayudará a dejar de tener problemas a la hora de comer.
Por supuesto, una vez que el pequeño ya comienza a comer bien en el comedor esto le ayudará a abrir el abanico en cuanto a comidas, ya que, posiblemente anteriormente se quejara a menudo y solo le gustaran las frituras o algunos platos específicos, ya que suele ser lo habitual. Sin embargo, en el comedor, hay un menú que va variando y excepto alergias o algún problema específico, los pequeños comerán de todo. Qué feliz se puso mi tía cuando la pequeña le dijo que había comido ese día paella…para ella era impensable que su hija pudiera comer ese plato, y además… ¡sin ayuda!.
Precisamente esta es otra de las ventajas. Y es que, aunque hay profesores o vigilantes en el comedor, los niños adquieren gran autonomía a la hora de comer, ya que, en definitiva ellos tienen que aprender, con la práctica, a coger bien los cubiertos y a valerse por sí mismos. No tendrán a mamá o a papá para que les dé cada cucharada y de hecho, precisamente esto pudiera ser la causa de que se agobiara.
Ahora que empieza a comer a su manera, por decirlo algún modo, parece que se siente más cómoda y el plato se va vaciando sin una queja.
Y es que de hecho, como comen de todo, habrá días que les guste más el plato o no, pero su alimentación será sana y no a base de caprichos o de alimentos que les gustan exclusivamente. De hecho, es lo mejor, puesto que los pequeños suelen dejarse llevar mucho por el aspecto de la comida y pueden descartar algunos alimentos que luego al probarlos sí que les gustan. Además en algunos casos, suelen decantarse por los que contienen más calorías, del tipo hamburguesas, salchichas, huevos… lo que no es nada beneficioso para su salud.
Por supuesto, también el hecho de que coman con sus compañeros, en la mayoría de los casos, con los que están en clase y comparten todo el día, les ayudará a hacer amigos, hablar… y este momento se convertirá en un rato divertido. Olvidarán que ese puré no está tan bueno, ya que, estarán distraidos hablando de los dibujos animados que más les gustan, por ejemplo.
En definitiva, los pequeños se sentirán capaces de comer solos y esto aumentará su autoestima y se superarán así mismos. Intentarán imitar a los otros pequeños y eso les ayudará a coger cada día el tenedor mejor, a comer a mejor ritmo… Por todo ello, puede que si tu hijo tiene problemas a la hora de comer, sea el momento de que pruebes esta opción.
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