Seguimos reflexionando sobre los viajes cuando nos convertimos en padres. Porque es un tema que da para mucho, ¿no crees?
Ayer hablábamos sobre el cargamento de equipaje que debemos llevar cuando hay un bebé en casa. O cómo se modifican también la forma de viajar, el destino e incluso los planes que hemos pensado que haríamos en un momento determinado, una vez en el lugar vacacional. Lo mejor es no planear nada, porque luego las cosas salen diferente.
Continuemos con más cambios…
Cambio 4: los horarios de padres e hijos
Que sí, que ya sé que no pasa nada porque tu hijo coma más tarde un día. O porque otro se acueste a las tantas porque habéis estado paseando por la playa al atardecer. ¡Si ellos disfrutan mucho más que nosotros! ¡Les encanta el jolgorio! Pero claro, si vais a estar fuera de casa quince días, quizá no os podáis saltar las rutinas así como así.
Por otro lado, id diciendo adiós a las copichuelas nocturnas. Vuestros planes como padres serán sobre todo diurnos. Simplemente es cambiar el chip y relativizar. Pensándolo bien, así aprovecharéis mejor los días, ¿no? Ya se sabe: “A quien madruga…”
Cambio 5: la comida
Antes os apañabais con cualquier cosa: lo mismo os valía un bocadillo que una pizza o un kebap. O unas raciones en el chiringuito de la playa. Pero ahora sois padres. O sea, que hay una criatura que depende de vosotros para estar bien alimentada. Y la comida rápida a diario no es una buena opción para ella.
Muchos cambios a la hora de viajar, sí. ¿Pero sabéis una cosa? Los viajes siempre merecen la pena. Y si es con los hijos, mucho más.
¿Cómo han cambiado vuestros viajes ahora que sois padres?
Si te ha gustado el post, ¿por qué no compartirlo en tus redes sociales?