Como padres, tratamos de acostumbrar a nuestros hijos desde pequeños a muchas cosas para que las acepten como naturales y las incorporen a sus hábitos: comer sano, irse a la cama a una hora temprana, realizar ejercicio y actividades al aire libre y tantas otras.
¿Sabías que con la lectura podemos hacer lo mismo? No me refiero al hecho de comprarles muchos libros y leérselos cada noche, que me parece una muy buena forma, sino acudiendo a las bebetecas. Está claro que no van a salir leyendo de allí de la noche a la mañana, pero van a descubrir un lugar adaptado para ellos lleno de libros en el que otros niños hacen lo mismo. Y crecerán con ese sentimiento de proximidad hacia esos divertidos amigos de tapas duras.
¿Cómo son las bebetecas?
Aunque distintas todas ellas en cuanto a mobiliario y equipación, comparten una misma filosofía: servir de encuentro a niños pequeños (a partir de 0 meses) y a sus padres en un rincón dedicado especialmente a ellos donde poder pasar un agradable rato descubriendo cientos de libros.
¿Dónde encontrarlas?
Muchas bibliotecas cuentan ya con un espacio destinado a bebetecas en su interior, dentro de la sección de títulos infantiles. Tan solo tienes que acercarte a alguna que tengas cerca de casa y preguntar si disponen del servicio.
También podrás encontrarlas en algunos centros culturales. ¡Anímate a preguntar!
El plan perfecto para una tarde de lluvia
Las bebetecas se convierten, así, en el plan de ocio perfecto para una tarde de lluvia, en la que los peques necesitan salir un rato de casa pero no pueden ir al parque.
Y en general para cualquier momento. Porque, ¿qué mejor cosa que hacer volar su imaginación sumergiéndose en mil y un cuentos? A veces, los libros son los mejores juguetes. 
¿Conocías este servicio que ofrecen las bebetecas?
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